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O Património é um bem comum... Preservá-lo só depende de cada um de nós...
El barco fenicio más antiguo del mundo, "Mazarrón 2", se podría visitar donde fue encontrado en 1994 si prospera un proyecto municipal que permitirá contemplarlo en el hábitat marino en el que se halló gracias a un acuario subacuático, según ha dicho el alcalde de Mazarrón, Francisco Blaya.
Blaya ha afirmado que si se construye esta especie de delfinario en la playa de la Isla de Mazarrón, donde se halla el pecio, se podría acceder a él a través de un túnel, lo que posibilitaría contemplarlo "en su hábitat".
Para ello, el consorcio turístico Bahía de Mazarrón ha encargado un informe en el que técnicos como arqueólogos submarinos e ingenieros que estudian las corrientes marinas, estudian como podría llevarse a cabo este tipo de infraestructura.
Blaya ha indicado que el informe, con un presupuesto 70.000 euros, tiene como objetivo plasmar los primeros estudios y tener un documento que se remitiría a otras instituciones, como los gobiernos autonómico y central, la Unión Europea e incluso a la Unesco, para que se reconozca la importancia del pecio y conseguir financiación.
Además del "Mazarrón 2" se halló en 1988 parte de la quilla y el mástil de otro barco similar, que fueron trasladados al Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) de Cartagena, donde se exhiben, y a las que se les hizo la prueba de Carbono 14 que lo fechó en el siglo IV antes de Cristo.
El "Mazarrón 2" está completo a 20 metros de la costa y a cinco metros de profundidad, protegido por una coraza de acero para evitar expoliaciones, y sus 2.820 kilogramos de lingotes circulares de "litargirio", utilizados para la minería de plata, fueron trasladados al ARQUA.
Blaya ha explicado que el hundimiento de estos dos barcos en el municipio murciano "no es una eventualidad", ya que existía una relación comercial con los fenicios que viajaban a Mazarrón para exportar "garum", una salsa a base de desechos de pescado que se producía en la localidad y que comparó al "ketchup" de nuestros días.
En este sentido, ha señalado que en la playa de la Isla hay restos arqueológicos de la casas y otras edificaciones de la época fenicia que demuestran la presencia de esta civilización en el municipio.
Su descubrimiento permitió conocer con exactitud una técnica de construcción de naves conocida como "a casco", según la cual en primer lugar hacían la quilla, a la que luego unían las tracas mediante lengüetas de madera, sistema éste denominado "a caja y espiga". A esta estructura se sumaban las cuadernas cosidas.
La concejala de Presidencia, Turismo, Cultura y Patrimonio de Mazarrón, Alicia Jiménez, ha indicado que el descubrimiento del barco se pudo producir por la reciente construcción del puerto pesquero o del muelle de embarcaciones de recreo ubicado en la bahía de Mazarrón, que produjo un cambio de la marea en la playa de la Isla, arrastrando la arena en esa zona y descubriendo los barcos.
Las condiciones ambientales conservaron el pecio, cuya madera sigue intacta 2.600 años después de su hundimiento debido a una fuerte tormenta.
Tiene 8,20 metros de eslora y 2,20 de manga, y en él navegaban siete tripulantes para adentrarse en lo que antaño fue la primera línea de costa, entre Cabezo del Faro y la desembocadura de la Rambla de las Moreras.
El gerente del Consorcio Turístico de Mazarrón, Pío Garrido Urbano, ha recordado que el municipio adoptó la figura del pecio como imagen corporativa, y que han puesto mucha ilusión en preservarlo para el futuro, por lo que son contrarios a que se saque del agua y se exponga en un museo, ya que opinan que se deterioraría.
El centro de interpretación del barco fenicio de Mazarrón se abrió el 17 de junio de 2009 y en su interior alberga una réplica a escala 1:3 realizada por el artesano maquetista de Alhama José Cerón Munuera, utilizando madera de pino, higuera, olivo y cedro, igual que el barco fenicio.
Además han coronado la proa de la maqueta con una cabeza equina en metacrilato, dado que a este tipo de embarcación los fenicios la denominaban "Hippos" y en los grabados que existen sobre este tipo de naves aparecen ornamentados de esta manera.
Unos 32.000 visitantes recibe cada año "La Factoría Romana de Salazones", la calle romana "Era del Puerto", la Casas Consistoriales y este centro de interpretación del barco, pero se prevé que en el futuro visiten muchas más personas este municipio interesados por el hallazgo.
En febrero de 2009 la editora jefe de National Geographic, Khaty Moran, en su primera visita a España, se interesó por este barco y por la historia que albergaba este municipio murciano.
Fonte: (13 Mar 2010). El Dia.es: http://www.eldia.es/2010-03-13/CULTURA/2
The 2009 project in Capraia saw ProMare and SBAToscana involved in the mapping, recording, and excavation of a 4 x 4 m testing trench to verify the presence of the main cargo, and possible hull remains, of a second-century B.C. underwater site close to the northern tip of the island and to the rocks called Le Formiche, facing the promontory called Punta Teglia (Fig. 1).
Fig. 1. View of the Punta Teglia promontory. Its rocky cliff is only 260 m away from the archaeological site.
(Photo: D. Bartoli, ProMare)
After a first season of research in 2007, when SBAToscana collected evidence of a large concentration of black-glazed pottery and Late Graeco-Italic amphoras, SBAToscana and ProMare inspected the site in October 2008. It was then confirmed that, at 18 m of depth, a large concentration of black-glazed bowls, cups, and plates was spread over an area of ca. 60 x 40 m on a seafloor characterized by a massive growth of posidonia oceanica intermixed with some sandy spots. It was therefore likely that an ancient ship was lost in the proximity (Fig. 2).
Fig. 2. General view of the underwater site, seen from its eastern end. It is visible the sandy area where most of the black-glazed artifact are located; on the left the wall of posidonia which might cover the main portion of the cargo, and remains of the hull. (Photo: A. Pareti, SBAToscana).
It was not clear, however, if the remains of the merchantman which carried the artifacts could have survived under the thick layer of seagrass, and if a merchantman was present at all - the ship could have simply capsized, spread its cargo all over the area, and crashed on the sharp rocks of the nearby promontory. The lack of the typical "amphoras' mound" that characterizes the majority of the known Graeco-Roman shipwrecks, represented the main challenge for researchers that could not locate the main portion of the cargo, if it exists.
It was necessary to verify if, next to the sandy spot with the highest concentration of artifacts, an excavation trench at the base of the posidonia could reveal further remains of the cargo - and possibly a portion of the hull itself. After selecting the area next to the highest concentration of artifacts and dividing it into four grids of 8 x 8 m (Fig. 3), the area was spike-probed at regular intervals to check if beneath the posidonia's roots harder material (possibly pottery) was present (Fig. 4). Markers were used to evidence these anomalies (Fig. 5), and the spot with the highest concentration of them was chosen and divided into a smaller, 4 x 4 m grid, where the actual excavation took place (Fig. 6).
Figs. 3-6. Different phases of the work in Capraia: creating the survey grids, spike-probing, leaving markers on the seafloor, and creating the excavation grid. (Photos: A. Pareti, SBAToscana)
An underwater metal-detector was also used to locate metallic signals such as the copper and iron nails of the ship's hull, which were indeed found both in the excavation area and in the sand; all the artifacts were positioned and mapped using trilateration, offsets measurements, and a detailed site plan was created using Site Recorder 4® (Figs. 7-9).
Figs. 7-8. Metal-detector operations at Capraia, and offset measurements of an artifact.
(Photo 7: D. Bartoli; Photo 8: P. Holt, ProMare)
At the end of the 2009 field work season, the small excavation trench provided new clues to prove that a ship did sink in Capraia, but its wooden remains, if present, have not been located yet. Several copper and iron nails testify to the presence of wooden planks in this spot on the seafloor (Figs. 10-11).
Figs. 10-11. An iron and a copper nail coming from the excavation area.
(Photos: D. Murphy, D. Bartoli, ProMare)
Some diagnostic artefacts such as a bronze Roman coin dated to the first half of the second century B.C. (Fig. 12), one black-glazed guttus (Figs. 13-14), and a well-preserved oil-lamp (Fig. 15) were found also during the 2009 campaign.
Fig. 12. Roman bronze assis with representation of a ship's bow..
(Photo: A. Pareti, SBAToscana)
Figs. 13-14. The guttus as it appeared on the seafloor at the time of discovery, and on land. (Photos: D. Bartoli, ProMare; A. Pareti, SBAToscana)
Figs. 15-16. The black-glazed oil-lamp. (Photos: A. Pareti, SBAToscana)
Two lead fishing-weights (one left on the seafloor), found close to the bronze coin and in association with a little bronze blade might represent evidence of an ancient fishing net lost on this site, with the necessary tools ready to clean the newly-caught fish (Figs. 17-18).
More artefacts such as broken roof tiles (Fig. 19), ancient blown glass3 (Fig. 20), three amphora necks (Fig. 21-23), and several black-glazed artefacts (Figs 24-25) testify to the importance of this site which needs to be studied, even in absence of the main cargo, as a quite uncommon example of an assemblage of small, light, highly-mobile artefacts, which have been distributed over a large area of the seafloor by the constant action of the sea currents which are strong in the area.
Figs. 19-20. A roof tile from the site (to the left), and a sherd of late Roman-Medieval blown-glass (to the right)
(Photos: D. Muphy, ProMare)
From left to right: a Dressel 20 amphora neck, a Rhodian and Dressel 1A (?) types.
(Photos: D. Bartoli, ProMare).
Fonte: (Jul 2009). Promare.org: http://www.promare.org/notes_from_the_fi
Uma equipe de arqueólogos usando tecnologia de sonda para escanear o fundo do mar descobriu um "cemitério" de cinco navios da Roma antiga em boas condições, na costa da pequena ilha italiana de Ventotene.
As embarcações comerciais, do período entre o 1o século a.C. ao 5o século d.C., estão numa profundidade a mais de 100 metros do nível do mar e se incluem entre os navios naufragados descobertos em águas mais profundas no mar Mediterrâneo nos últimos anos, disseram os pesquisadores nesta quinta-feira.
Parte de um arquipélago, situado a meio caminho entre Roma e Nápoles, na costa oeste da Itália, Ventotene historicamente servia como local de abrigo durante o mau tempo no Mar Tirreno.
"Parece que os navios buscavam um local seguro para ancorar, mas não conseguiram", disse Timmy Gambin, chefe da área de arqueologia da Aurora Trust (www.auroratrust.com). "Por isso, em uma área relativamente pequena encontramos cinco embarcações que naufragaram... um cemitério de navios".
As embarcações estavam transportando vinho da Itália, valioso molho de peixe da Espanha e norte da África e um misterioso carregamento de lingotes de metal da Itália, possivelmente para serem usados na construção de estátuas ou armamento.
Gambin disse que os destroços revelaram um padrão de comércio no Império Romano: primeiro, Roma exportava seus produtos para suas províncias, mas depois começava gradualmente a importar delas mais e mais artigos que antes produzia.
Na época romana, Ventotene, conhecida como Pandataria, era usada como local de exílio de nobres romanos que caíam em desgraça com o poder. O imperador Augusto enviou para lá sua filha Julia por ter cometido adultério. No século 20, o ditador italiano Benito Mussolini usou a ilha distante como prisão para opositores políticos.
Por causa da profundidade em que se encontram, os navios permaneceram intocados por centenas de anos.
Fonte: Daniel Flynn. (23 Jul 2009). O Globo:http://oglobo.globo.com/cultura/m
O Departamento de Oceanografia e Pescas (DOP) da Universidade dos
Açores descobriu uma embarcação, presumivelmente uma caravela do
século XVII, ao largo da ilha do Faial.
A embarcação foi encontrada durante um trabalho de prospecção de algas
marinhas de investigadores do DOP, segundo explicou Vasco Pereira da
Costa, director regional da Cultura, salientando que "foi um achado
fortuito".
Os investigadores do DOP retiraram um objecto do interior da
embarcação "que está a ser analisado do ponto de vista arqueológico",
seguindo hoje para a ilha do Faial uma arqueóloga da Direcção Regional
da Cultura "para proceder a uma prospecção arqueológica para aumentar
os conhecimentos deste achado", afirmou o responsável da pasta da
cultura.
O valor patrimonial que exista no interior do navio "é desconhecido",
mas persistem "diversas suposições que apontam para a existência de
diversas embarcações que transportavam ouro". No entanto, somente após
uma análise profunda se poderá revelar "um valor aproximado do
achado".
Vasco Pereira da Costa defende que a descoberta desta embarcação
"permite aumentar o conhecimento sobre a história dos Açores", porque
há referências que apontam que o arquipélago foi um local de passagem
de bastantes barcos oriundas da América e de África em direcção a
países da Europa, os quais transportavam diversos objectos de grande
valor patrimonial.
O local onde se encontra o navio está a ser vigiado de forma discreta
pela Polícia Marítima, sob orientação da Capitania do Porto da Horta,
para salvaguardar a "existência de uma caça ao tesouro".
Caso a embarcação desperte o interesse de curiosos há a possibilidade
da zona ser interditada a mergulhadores e restantes barcos.
Fonte: (27 Mar 2008). Açoriano Oriental /Archport.
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