Saltar para: Posts [1], Pesquisa e Arquivos [2]
O Património é um bem comum... Preservá-lo só depende de cada um de nós...
Arqueólogos norte-americanos crêem que um local desértico do Sul da
Jordânia, Khirbat en-Nahas ("ruínas de cobre", em árabe), poderá
conter as há muito procuradas minas do rei Salomão, sobre as quais o
britânico Sir H. Rider Haggard escreveu em 1885 um romance que viria a
ser traduzido e adaptado para português por Eça de Queirós; e por seis
vezes transposto para o cinema. As descobertas ultimamente feitas sob
a direcção de Thomas Levy, da Universidade da Califórnia, em San
Diego, foram esta semana reveladas pela revista Proceedings of the
National Academy of Sciences.
Os investigadores, utilizando técnicas de datação por carbono,
conseguiram chegar à conclusão de que ali se produzia cobre no tempo
de Salomão, terceiro rei de Israel, no século X antes de Cristo,
quando se ergueu o primeiro templo do antigo judaísmo, templo esse que
viria a ser destruído pelos babilónios, povo que viveu no território
do actual Iraque.
Kirbat en-Nahas fica a sul do mar Morto, no Wadi (distrito) Faynan do
deserto jordano, e já em 2004 estudiosos britânicos tinham falado das
concentrações do elemento químico rádon nas antigas minas de cobre que
na região eram pela lenda associadas ao rei Salomão, pelo que o que
actualmente está a ser publicado nos Estados Unidos poderá, ao fim e
ao cabo, não ser assim uma novidade tão grande quanto à primeira vista
parece.
Aliás, os recursos de cobre daquela região já eram conhecidos por
assírios, egípcios e romanos, julgando-se que por ali existiu a cidade
de Phaino (de onde o actual nome de Faynan), tristemente famosa na
Antiguidade Clássica pelas terríveis condições de vida dos
prisioneiros e dos escravos condenados a trabalhar nas minas, tal como
nos foi relatado cerca do ano 300 da era cristã por Eusébio, bispo de
Cesareia e precursor da História do Cristianismo.
A Bíblia não fala especificamente de nenhumas "minas do rei Salomão",
mas diz que os minérios para a construção do Templo eram da região de
Asiongaber, na extremidade setentrional do golfo de Aqaba; o que ao
fim e ao cabo não deixa de ir parar ao Sudoeste da actual Jordânia.
Fonte: Jorge Heitor (29 Out 2008). Público.
Ötzi, el 'hombre de los hielos', que vivió en Europa hace unos 5.000 años, no tendría hoy parientes en el continente porque perteneció a un sublinaje humano que ha desaparecido, o que es muy extraño en la actualidad.
Un equipo de científicos italianos y británicos ha logrado secuenciar completamente su genoma mitocondrial, que es el ADN que sólo se transmite por vía materna, y ha descubierto que su rama genética acabó extinguiéndose con el paso del tiempo, un fenómeno que, por otro lado, no es excepcional en caso de linajes muy minoritarios.
Los investigadores han publicado setos resultados en la revista científica 'Current Biology'.
La historia que rodea a Ötzi, probablemente la momia natural más estudiada del mundo, aumenta el interés por todo lo que tiene que ver con su vida. Fue localizada por dos turistas alemanes en 1991 en los Alpes italianos, a pocos metros de la frontera con Austria. Los científicos determinaron desde un primer momento que había sido el frío perenne en esa zona el factor que hizo posible la conservación de todos los tejidos finos de su organismo e incluso de sus órganos internos. Todo ello ha sido exhaustivamente analizado.
Ya en el año 2000, los investigadores descongelaron parte de sus intestinos para secuenciar un fragmento de su ADN mitocondrial (mt), que determinó que pertenecía a un linaje conocido como el haplogrupo K, al que pertenecen el 8% de los originarios de Europa.
Ahora se ha averiguado que el hombre de los hielos era de una de las ramas del sublinaje K1 (también existe el K2). «La sorpresa fue descubrir que no pertenecía a ninguna de las tres variantes genéticas conocidas del K1», ha señalado el profesor italiano Franco Rollo, de la Universidad de Camerino. Su equipo ha bautizado esta variante genética como la rama Ötzi.
Rollo deja claro que «eso no significa que este individuo, que murió asesinado por una flecha, tuviera un ADN que le hacía diferente, pero sí que en el pasado hubo un grupo de hombres y mujeres que tenían su ADN mitocondrial y que ahora ese grupo o ha desaparecido o es muy raro».
Carles Lalueza, investigador español del Instituto de Investigación sobre Evolución Biológica (CSIC), «no resulta sorprendente que un linaje humano desaparezca porque para ello basta que una mujer no tenga hijas, así que es un asunto en el que interviene mucho el azar».
Fonte: Rosa M. Tristán (31 Out 2008). El Mundo Digital/Madrimasd: http://www.madrimasd.org/informacionIDI/n
A subscrição é anónima e gera, no máximo, um e-mail por dia.